Citas Inolvidables III

Hola Darling,

Ahí te cuento unas citas graciosas ¡antes que me las olvide!

Mis amigos Tess y George solían jugar con sus hijos a las adivinanzas mientras viajaban en auto para mantenerlos entretenidos … estaban jugando “veo veo” … era el turno de Nicky y ella dice “veo veo algo que comienza con la letra D” … los demás empezaron a adivinar (“disco”, “dólar”, “dinero”, “desmonte”, “desvío”) y a todo ella respondía “no” con una sonrisa de esas que uno tiene cuando siente que está ganando … luego de unos minutos ella preguntó entusiasmada “¿se rinden?” … los demás respondieron que sí … entonces ella victoriosa dijo: ¡“DARAJE”! ¡PLOP!

Otra de Nicky … hace unos años hubo una fuerte campaña en TV enseñándole a los niños a protegerse de los perverts ¿te acuerdas? … la letra de la canción que tenía una tonada bastante pegajosa era “yo sé cuidar mi cuerpo, yo sé cuidar mi cuerpo” … bueno, estábamos tomando un cafecito con Tess cuando en eso pasa Nicky cantando feliz: “yo sé cuidar mi puerco, yo sé cuidar mi puerco” … ¡no sabes el ataque de risa que nos dio! Es más, hasta el día de hoy cuando nos hacemos preguntas sobre nuestros cuerpos usamos la palabra “puerquito”!

¿Te acuerdas que hace mil años en el Perú estaba prohibida la importación de casi todo? ¡Las cosas tenían que ser made in Perú! (¡felizmente mi papá viajaba harto por trabajo o sea que mis Barbies estaban aseguradas!). Bueno, en esa época mi tío Lucho trabajaba en la selva del Perú, que era una especie de zona franca. En una de sus visitas a Lima mi tío Carlos le pregunta si en una siguiente oportunidad podría traerle algunos relojes de super moda para colocarlos entre sus amigos … él le responde que sí, que le avise con tiempo cuántos y listo … eso sí, como la comunicación era por radio (y se suponía que los relojes no podían salir de la zona franca) le pidió que no usara la palabra relojes … quedaron en que la palabra clave sería “pihuicho” (los pihuichos son unos periquitos que hay en la selva). Después de un tiempo mi tío Carlos llama a mi tío Lucho por radio (imagínate la conversación con la interferencia típica de una comunicación por radio):
Tío Carlos: “hermano, cuándo vienes? - cambio”
Tío Lucho: “en una semana … ¿necesitas algo? - cambio”
Tío Carlos: “sí, quería que me traigas unos pihuichos - cambio”
Tío Lucho: (sorprendido) “¿PIHUICHOS?!!!!! ¿quieres pihuichos? - cambio”
Tío Carlos: “sí … ¿te acuerdas? … pihuichos - cambio”
Tío Lucho: “OK, OK … ¿cuántos quieres? - cambio”
Tío Carlos: “unos veinte - cambio”
Tío Lucho: (creyendo que ha escuchado mal) “¿VEINTE PIHUICHOS? – cambio”
Tío Carlos: “sí, veinte – cambio”
Tío Lucho: (algo fastidiado) “¡voy a ver qué puedo hacer! - cambio”
Tío Carlos: (desconcertado) “te espero en el aeropuerto - cambio”
Tío Lucho: “OK, OK – cambio”
Imagínate la cara de sorpresa de mi tío Carlos cuando en el aeropuerto ve aparecer a mi tío Lucho cargando una jaula llena de pihuichos y con cara de “te voy a matar por el encarguito”!!!!!! ¡PLOP!

XOXO,

Schere

3 comentarios:

  1. Jajaja … cuando me doy cuenta que de ninguna manera me va a alcanzar la plata hasta fin de mes siempre digo: “No me va a quedar mas remedio que vender mi puerco” y yo sola me rio !!!!!!!!!!

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  2. ¡Si yo usara esa expresión, la gente creería que tengo una granja de puerquitos ... porque casi nunca me alcanza la plata hasta fin de mes! ja! Schere

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