Citas Inolvidables I

Hola Schere,

Hago unos recorridos tan largos en mi carro, que mi mente inevitablemente entra en un estado casi hipnótico (así como cuando ves TV) y comienzan los memory trails que son tan frecuentes después de los 40….

Esta vez me vinieron a la mente algunas frases, que quiero creer fueron producto de la presión que nos afecta cuando tenemos que exponernos ... cuando no queremos y tenemos….como la siguientes:

Aun cuando ya han pasado algunos años, la siguiente historia me asalta de cuando en cuando, no sé si por el impacto psicológico que causó en mi o por la risa contenida que no pude desplegar en el momento apropiado:

Corría el primer día de clase de “Peritaje Técnico” en la Universidad, y nuestro profesor luego de su presentación, trató de introducirnos en esta nueva “ciencia” haciéndonos la siguiente pregunta: ¿Qué es el perito?

Como suele suceder, después de una pregunta algo complicada, se inicia en todos nosotros unos movimientos corporales muy similares entre sí, nadie se atreve a mirar y a todos en automático se nos cae la cabeza, evitando de esta manera el mortal eye contact con el profe, el cual te convierte en el elegido para dar la respuesta casi magistral.

Afortunadamente, gracias a nuestro iluminado compañerito Arnie, no necesitamos esconderla mucho, ya que se ofreció de voluntario para dar la respuesta,la cual fue así: “Profesor… el perito es ... el esposo de la perita!!!!”. Hubo unos segundos de silencio absoluto al estilo pregunta de los 500 mil reales, y a continuación risas al unísono para celebrar la docta respuesta de nuestro ex compañero.

Todavía recuerdo como cada una de las palabras iban entrando a mi cerebro, mientras contemplaba las expresiones del profesor que con mucha dificultad yo iba leyendo ... la respuesta iba bien hasta que Arnie mencionó la palabra “esposo”, yo me tapé la cabeza, así como cuando te dicen que te va a caer algo y tratas de protegerte … en ese momento yo pensé “oh! oh! something is not right”.

Pensé que el profesor lo iba a expulsar abruptamente de la clase (asumí que no le había hecho mucha gracia que lo relacionen con la esposa del cocoroco) …. pero me estaba olvidando que tenía frente a mi a un catedrático acostumbrado a lidiar con patas como Arnie … quien con mucha frialdad le contestó: ”gracias señor, procedamos”.

Hasta el día de hoy, cada vez que lo cuento mi cuerpo experimenta los mismos calores, sudores y estados fríos por los que pasé ese día ... claro que hoy en día experimento constantemente esas mismas sensaciones por otras razones … uff!!!!

Esta que te voy a contar es una de mis favoritas, aún cuando sucedió en mi etapa escolar, la recuerdo con mucho cariño y espero que mi compañerita, a la cual nunca más volví a ver haya por fin egresado del colegio.

Estaríamos en secundaria y nuestra gran profesora de Literatura intentaba iniciarnos en las artes de la composición y redacción, asignándonos una palabra para que en base a ella desarrollemos nuestros textos. Cuando llegó el turno de Gisela, nuestra querida Miss le dijo que tenía que desarrollar una composición con la palabra “sublime”. Ella miró fijamente a la profesora con cara de “¿de qué estás hablando?” y replicó: “pero Miss ¿cómo se le ocurre que voy hacer una composición con la palabra “sublime”? ¡cuando la busque en el diccionario todo lo que va a decir es “chocolate marca D'onofrio”, y con eso yo no puedo hacer ninguna composición!”. Lo último que supimos de nuestra Miss, es que fue internada en una psiquiátrico, víctima de depresión severa. Nunca más se recuperó.

Pero esta última es la más increíble de todas, y ocurrió en el edificio donde actualmente vivo. Nos convocaron a una urgente reunión de propietarios, y yo feliz asistí, nunca había sido propietaria de nada, excepto de mi ex del momento (aunque eso creo que era posesión más no propiedad).

En fin, una vez en la reunión Carlos (el propietario que había convocado y que había asistido con un promotor de proyectos y un arquitecto) nos explicó que se casaría pronto y, como era de imaginarse su novia hoy, esposa mañana, se mudaría con él y por supuesto, con carro incluido. Como ambos tenían vehículos un poco grandes, tenían problemas para estacionarse, así que había pensado en realizar ciertas modificaciones en los estacionamientos.

Luego de una detallada explicación de los “expertos” nos dijeron que necesitaban que todos, y lean bien, que TODOS los quince propietarios aprobemos el proyecto de ensanchamiento de su cochera, para lo cual estaríamos un pequeño tiempo algo incómodos por las modificaciones arquitectónicas y civiles que debían efectuar, las cuales consistían en mover una columna del sótano, es decir, necesitaban arrimar una de las columnas que sostenían nuestro edificio para que sus coches ingresaran!!!!

Sí, leíste muy bien, a-rri-mar-la, “hijita si algo te estorba lo arrimas y lo pones mas allá o no?”. Esta vez no hubo sonrisas ni carcajadas, ellos ya habían evaluado el proyecto y querían llevarlo a cabo. No sé cuantas veces en su vida alguien ha querido mover una columna de su vivienda, pero me imagino que Carlos pensaba, que podía moverla o trasladarla como cuando sacaba a su perro a pasear. “Ya vengo vecino me llevo la columna, no se preocupen la traigo antes que oscurezca!!!!!”

Esa fue la primera y última vez que yo recuerde que TODOS estuvimos de acuerdo en no ejecutar la obra. Luego de esto supimos que la novia abandonó a Carlos y al poco tiempo él se mudó. Han pasado ya cinco años y nadie nuca más supo que fue de su vida.

bs
Ariana