Romances Fallidos: Sandro

“Said you had a thing or two to tell me. How was I to know you would upset me? I didn't realize as I looked in you eyes, you told me, oh, yes you told me you don't want my lovin' anymore, that's when it hurt me and feeling like this I just can't go on anymore.” (I need you - The Beatles)

Si voy a escribir sobre romances fallidos tengo que empezar por el primero: Sandro. Yo tenía 14, él 19, fue mi primer enamorado y literalmente ¡me cortaba las venas por él!

Todos los días lo veía pasar por la puerta de mi casa en su moto … me miraba, lo miraba ¡pero no nos decíamos palabra! Había escuchado por ahí que el muchacho era tímido … bueno, yo también era tímida pero alguien tenía que hacer algo y rápido porque yo me estaba consumiendo de amor!!! Conseguí su número de teléfono y lo llamé … cuando me contestó enmudecí de los nervios (¡imagínate yo muda! ¡plop!) y cuando finalmente me salió la voz ¡no pude decirle mi nombre! o sea que conversé con él utilizando un alias! No me preguntes cómo supo que era yo la que había llamado ¡la cosa es que lo supo y felizmente se animó a dar el siguiente paso … así empezó el romance! Yo estaba embriagada de amor, escribía su nombre junto al mío en cuanto papel y pared encontraba. Al poco tiempo ya me imaginaba de blanco caminando hacia el altar donde él me esperaba para vivir felices para siempre! Helouuuuu??!!! Bueno, por eso es que ahora sostengo que los cuentos de hadas son tóxicos … deberían venderlos con un warning “leerlo puede ser dañino para su salud mental”! En ese entonces yo estaba convencida que Sandro era mi Prince Charming! ¡¡Nada más lejos de la verdad, of course!!

Sandro era guapísimo … ¡¡¡¡nada más!!!! A los 19 años sus únicas actividades eran manejar moto y divertirse con sus amigos, no estudiaba, no trabajaba y a decir verdad no estaba apurado por hacer ni lo uno ni lo otro! ¡Era un típico bad boy y yo, por el contrario, era una típica good girl, que encima estaba sometida a un estricto reglamento de conducta y horario en su casa! ¡Si mi mamá hubiese sido militar nuestro país hoy en día celebraría algunas victorias en los campos de batalla! ¿Crónica de un desastre anunciado, o qué? Ahora que lo miro en retrospectiva sí pues, pero en ese entonces yo pensaba que si Danny Zuko y Sandy habían terminado juntos todo era posible … no me daba cuenta que, en este caso, para mantener el interés del muchacho hacía falta algo más que un cambio de peinado y de ropa!

¡Durante un tiempo el amor parecía flotar en el aire, al menos eso creía yo! Me las agenciaba para escaparme con él en la moto (¡tenía prohibidísimo subir a la moto, si mi mamá me hubiese pescado hoy no estaría escribiendo estas líneas!) … los domingos íbamos de cajón al cine ¡nos sentábamos en la última fila de mezzanine o sea que imagínate cuánto de la película veíamos! En fin, yo andaba re-happy pero parece que al muchacho le hacía falta algo más ¡y eso más lo empezó a hacer con otra persona que, a diferencia de mí, era as free as a bird y compartía con él su afición por los tronchos! Así las cosas, un día mi Prince Charming tocó a mi puerta y terminó conmigo!!!! ¡Ya te imaginarás el llanto que solté una vez que el supuesto Charming dio la media vuelta! Yo no entendía qué pasaba ¡tenía que haber un error, esto no me podía estar pasando a mi! ¡Ningún error! Y cuando descubrí las razones por las que había terminado conmigo me sentí todavía peor, una reverenda cojuda!!! Como dice la canción, la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida.

Demás está decir que sentí que mi vida había terminado para siempre. Felizmente a esa edad “siempre” y “nunca” tienen corta duración … para terminar mi historia te contaré que después de unos meses me encontré con Sandro en una fiesta … todo misterioso me dijo para conversar en la terraza … cuando caminaba hacia la terraza el galán por el que ahora mi corazón latía acelerado, me sacó a bailar uno de esos popurrís que no terminan nunca, demás está decir que cuando salí a la terraza Sandro ya no estaba y la verdad es que poco me importó. Después alguien me contó que el iluso tenía la intención de regresar esa noche conmigo! ¡JA!

Beso,

Schere