Skinny Bitch

Hola Darling!

Hoy en día ser flaca es más que una obsesión, es un paradigma ¿o no? ¡claro que sí! es más, el mejor piropo que alguien te puede decir es “¡estás flaca!” … no importa que tu delgadez se deba a que acabas de pasar una semana en la cama con un virus que te hizo desear la muerte ¡detalles sin importancia! … basta que alguien pronuncie la frase mágica para que se te ilumine el rostro, te brille el pelo, te pares derecha y sonrías a lo Julia Roberts, mostrando hasta la última muela del juicio!

El problema es que “estar flaca” no es tarea fácil y, a medida que pasan los años el reto se vuelve casi una misión imposible, por eso es que cuando vemos circulando por ahí a una flaca regia que no pareciera sufrir para conservarse en ese estado (skinny bitch!), surge dentro de nosotros un sentimiento que algunos llaman envidia, o no?!

Por alguna razón que desconozco, todo lo que nos gusta comer y tomar ¡engorda! … nuestros cuerpitos rápidamente absorben y conservan todas las calorías y grasas que existen ¡incluso las de la comida que imaginamos … no tenemos ni que masticar, basta que soñemos con una torta y ¡zás! ya fuimos! … pareciera que cuando Dios nos diseñó andaba medio aburrido y para entretenerse decidió hacernos un par de bromas (literalmente) pesadas … casi me lo imagino diciendo “¡¡quiero ver ahora cómo hacen, ja ja ja!!” .

Por eso es que cuando me enteré de la crisis económica mundial pensé: “¡esto va a facilitar mi vida como flaca, además de darme una razón menos frívola para sólo comer lechuga! YES!”

Pero como siempre hay gente decidida a malograrle el día al más contento, resulta que ahora dicen que no sólo la comida engorda … GUATT? ¡Afirmativo! Hace unos días leí, por ejemplo, que las mujeres interesadas en la tecnología eran más propensas a engordar que los geeks machos … ¡¿injusto o qué?! A mi la noticia no me afectó mucho porque claro, mi interés en la tecnología es cercano a cero … nunca leo el manual de ningún artefacto para ver qué otras funciones – además de las básicas – tiene, mucho menos me paso las horas investigándolo o jugando con él (mi “rabbit” es una excepción)! Pero a los pocos días leí otra noticia que me estremeció ¡el stress engorda! ¡Carajo, déjenme vivir! Resulta que el stress pone al metabolismo lento, o sea que en vez de digerir las comidas, las almacena como recurso de energía para la sobrevivencia ¿y dónde las almacena? ¡en la parte abdominal de preferencia … tenía que ser! El Dr. Mark Hyman sostiene que: “Estar estresada engorda, la grasa adicional que se crea en la cintura produce más hormonas de estrés y lleva a almacenar más grasa, lo que lleva a más hormonas de estrés y más grasa, y el círculo vicioso sigue y sigue. La única manera de parar es relajarse. ” ¡Estoy jodida, el stress es parte de mi vida desde que tengo uso de razón! Si no quiero convertirme en un globo aerostático no me va a quedar otra que aprender a relajarme … ¡¡¡¿y cómo me voy a relajar ahora que hay una crisis mundial?!!! ¿No te digo que a alguien le gusta ponernos la cosa difícil?

¡¡¡Sólo falta que alguien salga a decir que pensar engorda!!! Eso explicaría por qué buena parte de los habitantes del planeta viven la vida sin encender sus cerebros (de repente ellos saben algo que nosotros ignoramos) … uno de ellos, mi Xman! Mi papá decía que si los cerebros pudieran exportarse, podríamos pedir buena plata por el de mi Xman ¡a sus 40 años sigue de estreno, completamente sin usar! La pregunta que seguro me quieres hacer es “¿y tu Xman es flaco?” … a veces sí, a veces no … pero cuando no, no es por pensar (actividad que desconoce por completo), sino por comer en exceso! En fin, si se comprueba que pensar engorda voy a tener que escoger pensar (no podría ser de otra manera) … y vivir a dieta y haciendo ejercicios el resto de mi vida, pues … o me resignaré a ser una gorda pensante ¡para poder disfrutar de mi estrés! JA!

Beso,

Schere